『 °*• Segunda Pieza •*°』

Una vez hubo un apagón en la zona en la que vivías. Por alguna razón no teníamos miedo.

Era verano. Hacía bastante calor así que papá decidió que saliéramos y, mientras él y mamá platicaban, tú miraste alrededor. Todo era tan oscuro como no habías visto, lo que te permitió admirar un poco mejor arriba de ti.

Ellos eran entonces un montón de puntos brillantes, hasta que papá comenzó a mostrarte que, juntos, formaban aquellas imágenes que inspiraron miles de historias. Te habló sobre ellos y mostró algunas de las constelaciones que se alcanzaban a divisar, así como te enseñó a distinguir las estrellas y los planetas.

Te quedaste tan absorta, mirando con tus ojos enormes la inmensidad del cielo oscuro cuando una de las estrellas te guiñó y otra formó una sonrisa espontánea. Sonreíste de vuelta.

Si me preguntaras por aquella noche seguro que no podría darte tantos detalles como quisieras porque, por alguna razón, los borraste; mas sí puedo recordarte que fue entonces que te enamoraste de lo desconocido.

- S