゜・。。・゜Quinta Pieza ゜・。。・゜
Ese profesor no te tenía aprecio.
Un día le hablaron a tus papás para informarles sobre tu comportamiento. Ellos y el profe hablaban afuera, muy lejos del salón y a la vista de la dirección, sobre todo lo que no hacías, tu relación con tus compañeros... en fin, se trataba (negativamente) de ti. No hubo palabra de todo lo demás.
Cuando terminaron querías irte junto con ellos, pero te dejaron ahí, molestos.
Días antes de eso, a la hora del receso te recordé que no llevabas almuerzo, ni dinero. La única manera de no pensar en el hambre era entreteniéndose. Bien, pues sólo faltaba conseguir alguien con quién pasarlo. Ya no contábamos con Y, así que consideraste ir a platicar con tu profe - aún sabiendo que no le agradabas -. Sabías dónde encontrarlo así que te dirigiste hacia allá y, efectivamente, estaban él y un conserje charlando. Éste último se fue poco después de tu llegada.
Notaste la manera en que te respondía, amablemente, pero queriendo evitarte para que te marcharas. No lo hiciste, pero tampoco le hablaste más. Él llamó al grupo de X (quien, por cierto, no había ido a la escuela) y les ordenó que te integraran para jugar.
Te pusiste nerviosa. Sentiste una tormenta densa recorrerte el cuerpo, pero estabas muy atenta a su reacción. Rodaron los ojos, pero aceptaron. Se fueron corriendo y tardaste en seguirles el paso. No sabías de quién huías pero no te importó, estabas jugando con ellos.
Claro que para ese entonces ya faltaba muy poco para que sonara el timbre. Entraste al salón con una sonrisa en el rostro.
Ese día me di cuenta de lo que pasaba.
- S